
Nuestra versión para platos salados, donde ofrecerá un contrapunto de sabor, la elaboramos con 300 mililitros de Pedro Ximénez y unos 80 gramos de azúcar. Hay quien también le añade glucosa, pero nosotros no la hemos utilizado nunca en esta elaboración.
En un cazo a fuego medio se introduce el vino y el azúcar, y se deja cocer aproximadamente media hora, hay que comprobar que haya reducido a la mitad, logrando una textura más densa. Recuerda remover de vez en cuando para que el azúcar se disuelva en el vino. No esperes a que quede demasiado espeso para retirarlo del fuego, pues una vez que se enfríe, adoptará la textura deseada.Una vez lo hayas probado entra en juego tu paladar, si quieres ponerle menos azúcar porque el Pedro Ximénez ya es dulce (e incluso no añadirle nada) o si lo quieres para realzar el dulzor de un postre, entonces podrás añadir más azúcar. También se pueden agregar hierbas aromáticas, como el romero, poco antes de retirarlo del fuego para que desprendan todo su aroma.
Después puedes conservar la reducción de PX en un recipiente cerrado o mejor en un biberón para después salsear cómodamente.
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